Partimos comentando que el instrumento más importante que conceptualiza, define, organiza y rige la vida política, legal, económica, social y cultural de un país es la Constitución, la que a su vez establece las reglas del juego del sistema, y sus modelos que lo componen.

El sistema es la estructura de origen para el nacimiento de un país, la carta de presentación y el primer paso para la organización de su funcionamiento, donde se autodefine y establece la forma de accionar y actuar, el acto político legal que implica no solo su definición, sino los diferentes modelos que lo componen, entre ellos el económico.

En otras palabras, es el escenario de funcionamiento en el que se establece y fundamenta la república, a través de la aprobación de la constitución que lo rige, la que constituye la soberanía nacional que lo protege, la generación de ciudadanía que identifica a las personas, el establecimiento de deberes y derechos que comprometen tanto a personas como instituciones que componen la sociedad. Estos cuatro elementos antes nombrados, conforman el escenario base del sistema, como la piedra angular donde se fundamentan las reglas del juego sociales, políticas y económicas.

Hagamos un poco de historia. Cabe recordar que la historia constitucional en el Perú ha sido un factor muy cambiante sobre todo en los primeros años de vida republicana, lo que generó inestabilidad debido a que desde que Perú se convirtió en república, ha tenido doce constituciones en doscientos años, lo que a mi modesto entender es excesivo. Poniendo un paralelo, Chile por ejemplo, también ha tenido diez constituciones a lo largo de su historia republicana lo que va casi paralelo con nuestro caso.

Las constituciones proclamadas durante el siglo XX, aprobadas en los años de 1920 y 1923, tuvieron una orientación hacia la economía de corte liberal. Estas cambian en el año de 1978 durante el llamado a la Asamblea Constituyente, la cual tuvo una fuerte presencia del Partido Popular Cristiano, en cuya representación parlamentaria influyó decididamente la línea económica denominada Economía Social de Mercado, un matiz nuevo de la Economía de Libre Mercado, producto de la participación e influencia de tres grandes parlamentarios pepecistas, Mario Polar Ugarte che, Ernesto Alayza Grundy y Roberto Ramírez del Villar, distinguidos juristas, quienes la fundamentaron y más aún, la articularon en cuanto a su implementación en concordancia a la práctica normatividad legal vigente de esa época, dado que la reforma del modelo económico implicaba cambios conceptuales y normativos importantes para el funcionamiento del país…

Luis Ernesto Cáceres Angulo

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